Cómo preparar tu primera competición de BJJ

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El fin de semana pasado se celebró una competición solo para cinturones blancos y azules en Guadalajara. Para muchos fue la primera competición, para otros era la segunda. Para unos pocos la competición era algo habitual.

La primera competición de BJJ es algo que no se olvida nunca. Es algo especial. Recuerdas casi todos los detalles. Yo todavía recuerdo la mía, una copa Vulkan en Barcelona en la que saqué bronce con 4 meses de entrenamiento.

Fui sin tener la más mínima idea. Ni de reglas, ni de mentalidad, ni de game plan, ni de nada.

Hoy en día las cosas han cambiado muchísimo. El BJJ ha alcanzado mucha popularidad y hay mucha más información en Internet.

La protagonista de este post es Raquel Pérez Hernández (@quelesaur), faixa branca o cinturón blanco de Mathias Ribeiro Team, en Madrid. En el momento en el que estoy escribiendo esto es la número 2 del ranking mundial de la IBJJF.

Tengo la suerte de poder entrenar con ella. A parte de ser una luchadora de la vida en todos los sentidos, una persona increíble y una buena competidora, le gusta dedicar tiempo a ayudar a sus compañeros/as de equipo.

De hecho, esto lo escribió para ayudar a un compañero, y yo le pedí que me lo pasase para publicarlo en mi blog y poder así ayudar a más personas que se encuentren en la siguiente situación: eres cinturón blanco de BJJ y estás pensando o estás a punto de inscribirte en tu primera competición.

Sé que al empezar, te asaltan muchas dudas cuando te empiezan a hablar de competir. Nervios, dudas etc… y al final no paras de preguntarte si realmente merecerá la pena competir en BJJ, cuando realmente empezaste para sentirte mejor o por hobbie.

Si es así, estoy convencido de que este post te ayudará a despejar tus dudas y te resultará de muchísima utilidad.

¡Disfrútalo! 😉

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Dos o tres semanas antes de la competición no aprendo ya nada nuevo (aunque siempre hay alguna excepción): me enfoco en perfeccionar y darle utilidad a lo que ya sé.

Por tanto, algo así como mes o mes y medio antes de la competición hago una “expedición de técnicas”: sin volverme loca por aprender cosas nuevas pero voy tanteando y jugando con cosas que me puedan ser útiles.

A veces pregunto a gente por cosas que hace. Por ejemplo, si sé que alguien hace bien raspados y yo estoy buscando uno que se acomode a mí, hablo con esa persona.

O pregunto por alguna finalización que les he visto hacer. Observar a los compañeros es muy útil.

Normalmente antes (en ese mes y medio) me hago un papel con un esquema de lo que sería el desarrollo de la pelea ideal para mi… según mis puntos fuertes. Después lo voy rellenando con alternativas y las técnicas que utilizo en esas alternativas poniéndome hasta en el peor de los casos al final.

Así veo:

  • Dónde tengo más huecos, dónde necesito técnicas nuevas con más urgencia.
  • Cuáles son las posiciones a las que me conviene llegar y qué tengo que reforzar para hacer infalibles.
  • En general, cuáles quiero que sean las líneas de la pelea. Esto es porque mi mentalidad es que en una pelea no me voy a dejar llevar, sino que tengo que ser el protagonista.

Me digo a mi misma que, puesto que voy a tener los medios para llegar a mis posiciones fuertes, y en esas posiciones voy a saber dirigir la lucha, siempre va a haber una forma de que la lucha me favorezca.

Solo tengo que buscarla y aprender a llegar a ella. Así, hasta en el peor de los casos tengo un “camino”. Ya la lucha da menos miedo.

Parte de la preparación también está en los días antes. Yo intento tenerlos lo más despejados posible de cosas que me estresen, pero a la vez ocupados.

Y sobre todo, con un par de cosas que me gusten y me recuerden que estas cosas las hacemos por placer.

Planifico los días que voy a entrenar (con derecho a error y cambios). Los últimos días entreno poco, y aunque pueda sonar feo, no entreno con gente nueva, solo con los “viejos conocidos” que ya sabes cómo pelean y que es más fácil que no os vayáis a hacer daño.

Practico para lo que viene a ser luchar en competición: tener varias luchas seguidas en las que tienes que dar el 100% pero sin dejarte exhausto para la siguiente.

¿Cómo? Conociéndote.

Viendo cómo te sientes y aprendiendo de las señales que te manda el cuerpo.

Es importante acostumbrarse también a pensar en términos de puntuación en las peleas del gimnasio. A saber al menos de forma orientativa cómo vas.

Incluso acostumbrarte a lo que sería mirar al árbitro o al marcador mientras haces puntos; también a aguantar la posición esos segundos necesarios.

Parecen tonterías pero yo he perdido una competición por mirar el marcador al revés (el de la otra en vez del mío) y puntos por querer ir rápido y no aguantar la posición los segundos necesarios.

Si no te manejas bien con las normas, el momento para aprenderlas es ya. Cosas como saltar a la guardia, hablarle al árbitro, técnicas ilegales para cinturones blancos… son cagadas que no se pueden hacer o dudar si hacer en el momento de la competición.

Siguiendo con lo anterior, es importante cómo te planteas las luchas del gimnasio.

Primero, es importante no ir al 100% si tu compañero no está en ese plan y siempre con cuidado.

Detalles importantes:

  • Lo de calcular los puntos durante la lucha o comprobar que te los dan (si tienes a compañeros gritándote en la competición no te hace falta comprobarlo y es mejor porque te ahorras esos segundos de desconcentración): intentar dirigir la lucha.
  • Intentar aprender el juego de tu compañero o predecir lo que va a hacer. La persona con la que compites, sobre todo en nuestro nivel, en seguida se repite con su movimiento estrella o su técnica más cómoda. Aprende a comprender a tu contrincante durante la lucha e ir viendo cómo incomodarle. A veces tu posición fuerte no es la mejor para ti sino la peor para él o ella. A mí esto se me da fatal pero es realmente útil.
  • Comprobar el tiempo. La percepción del tiempo cambia mucho cuando compites. Tienes que tener en cuenta que la situación por mucho que quieras o lo parezca nunca está 100% bajo control y las cosas pueden cambiar en segundos. Así que no vale confiarse aunque estés en tu mejor posición y queden esos segundillos: Se lucha hasta el final.
  • Cuando ruedas con tu compi normalmente hay cierto intercambio de “ahora tú ahora yo”, de no ir con todo, hay confianza, incluso sonrisas. Las sensaciones que se reciben en competición del cuerpo de la otra persona son totalmente distintas. Esto no debe bloquearte ni significa que la semana de antes de competir tengas que ser una roca en el gimnasio. Pero hay que estar preparado para ello, para esa energía un poco negativa.

¡Ah!, y una política muy de Reagan: “be second to no one”.

Aquí ya no vale palmeo y vuelta a empezar, y una cagada pequeña te puede llevar a lo peor.

Hay que estar alerta y… por decirlo de alguna manera, no rodar con tu contrincante: no darle esa facilidad.

Es difícil explicar lo que quiero decir: me refiero a que cualquier posición, cada segundo, hay que lucharlo hasta el final.

Por ejemplo, si estás ya en el límite y tu contrincante te está pasando la guardia, no pensar en cómo vas a escaparte de la guardia pasada y relajar las piernas, sino luchar ese segundo en que todavía no te ha pasado, porque ese es el momento de lucharlo y no el siguiente.

Un último intento de recuperar la guardia, un esfuerzo más, no dejarte llevar por el movimiento del contrincante, no ceder y acomodarte a esa siguiente posición a la que te están llevando.

Espero haberme explicado.

Esto es algo que no hacemos luchando con nuestros compis pero creo que en competición es clave.

Por último, el día de la competición.

Con la experiencia vas viendo cuáles son las cosas que te facilitan la situación. Hay gente que se pone los cascos y se aisla, otros como yo hablamos por los codos…

Yo tengo mi propio mantra que me repito y me tranquiliza y me ayuda a centrarme.

Sobre todo es eso: concentración, confianza en ti mismo y en lo que sabes hacer, ganas, no amedrentarse, sonreirte mucho y decirte cosas bonitas (en serio, ayuda a que disfrutes el momento dentro del caos que sientes).

Confiar en tus compañeros pero hacer siempre aquello con lo que tú te sientes más a gusto, porque al final es tu momento.

Ir al baño antes de competir (los nervios te la pueden jugar). No hemos hablado de la alimentación, de dar el peso y tal porque ya es entrar en otros temas de los que otros te pueden hablar mucho mejor.

Por último, te resumo con esto:

  • Pedir ayuda a tus compañeros para aprender técnicas nuevas (además de las que se aprenden en clase) pero también para conocer su mentalidad.
  • Introducirlas en tu juego de forma que tengas más o menos todos los flancos cubiertos y sobre todo, tú te sientas a gusto.
  • Ser flexible contigo mismo cuando hay que serlo.
  • Conocer bien las normas del juego.
  • En la lucha: no regalar nada, siempre alerta.
  • DISFRUTAR y REPETIR.

¿Cómo estás tú ahora? ¿Acabas de empezar a entrenar BJJ y tienes pensado competir pero no te decides? ¿O lo tienes clarísimo y vas a competir en breve? Cuéntamelo en los comentarios 😉

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