La figura del profesor o maestro es muy importante en el desarrollo de las habilidades y éxitos de BJJ de cada estudiante. Pero también en el desarrollo de sus valores y hábitos.
Si empezaste a entrenar BJJ siendo un adolescente o niño, genial.
Si empezaste a entrenar BJJ ‘bien mayorcito’, también genial.
Genial, porque aunque empieces a entrenar BJJ ‘pasado de vuelta’ también tendrás margen de mejora en todos estos aspectos.
Aunque pienses que ya has pasado por mucho y has entrenado muchas otras disciplinas… el BJJ todavía puede hacer algo por ti. Algo que no ha podido hacer todo lo demás que has probado.
Pero cuando vas a empezar no lo sabes, aunque creas que sí.
Puede que lo intuyas, pero no lo sabes de verdad.
Y el maestro que vas a tener o que ya tienes, influye mucho en todo esto.
El maestro que te toque o el maestro que elijas.
Sinceramente, a mí me tocó. Cuando empecé a entrenar BJJ, no tenía ni idea de quién era mi maestro.
La verdad es que tampoco tenía ni idea de qué era el BJJ. Tuve mucha suerte.
Eran otros tiempos, y no había ni tanta información en Internet ni tantas opciones para entrenar como ahora.
Tampoco había un blog como esté 🙂
Pero ahora sí que puedes elegir a tu profesor. De hecho, si vas a empezar a entrenar BJJ, te recomiendo que seas proactivo y que tú mismo elijas a tu profesor.
Hay mucha información y una gran variedad de escuelas, por lo menos en las medianas y grandes ciudades.
Aunque lleves tiempo entrenando, también puedes hacerlo si lo que tienes no encaja con lo que quieres. Yo mismo he visto muchísimos cambios.
Sí, puedes elegir a tu profesor.
No dejes algo tan importante como esto al azar.
Pertenecer a un gran equipo o escuela, estar orgulloso de tus compañeros, y sobre todo, de tu profesor no tiene precio.
Sin duda.
Ya escribí un post sobre cómo elegir la escuela adecuada de BJJ para ti, otro aspecto muy importante a la hora de comenzar, pero también en el desarrollo de tu BJJ.
Tampoco deberías dejar esto al azar.
Solo llevo unos 14 años en BJJ, pero me ha dado tiempo a conocer y comprobar ciertos aspectos en lo que a la figura del profesor se refiere.
Bajo mi humilde opinión, más allá del nivel de BJJ, sistema de enseñanza y títulos personales que pueda tener, hay ciertos comportamientos, valores, actitudes, capacidades, habilidades… que pueden transformar a un profesor de BJJ en un profesor de BJJ digno de admiración.
Soy consciente de que es muy difícil poseer todas estas ‘virtudes’ a la vez, pero de todas maneras las he agrupado en este post para compartirlas contigo.
No voy a esconder que son las que yo persigo.
Si consideras que además de tener un buen BJJ y un buen sistema de enseñanza, tu profesor las cumple todas, tienes mucha suerte, estás en el lugar indicado. Enhorabuena.
Vamos a ello:

#1 Es digno de inspiración
Para mí este el punto más importante. Si esta condición se cumple el profesor no necesitará hablar mucho.
Tampoco tendrá que emplear mucho tiempo en convencer a los alumnos para que hagan algo que mejore sus vidas, porque ellos podrán comprobar de primera mano los efectos de dichas acciones en la vida de su profesor.
Un buen profesor debe inspirar a sus seguidores con sus acciones, comportamiento y estilo de vida. Debe ser un modelo a seguir y debe poder contagiar entusiasmo e inspirar para que los estudiantes puedan mejorar sus propias vidas.
Para que se quieran parecer a él de algún modo. Que comprendan que si hacen lo que hace su profesor podrán hacer las cosas que hace su profesor en el tatami o en la vida. Podrán luchar como él. Y esto es lo que dejará una verdadera huella en el interior de cada uno de los estudiantes.
Que su sola presencia sea capaz de darle fuerza y espíritu a sus alumnos.

#2 Se preocupa por conectar con los alumnos
Las clases pueden durar hora y media, y durante ese tiempo el profesor puede hacerlo muy bien, tener un gran sistema para que los estudiantes aprendan, poner muchísimas ganas y prestar muchísima atención a los alumnos.
Pero hay una gran diferencia entre un profesor que se preocupa por mejorar solo el BJJ de sus estudiantes y un profesor que se preocupa por mejorar el BJJ de sus estudiantes y además, se interesa por las motivaciones de cada uno de ellos, lo que les preocupa, lo que temen, sus inquietudes, dónde quieren llegar…
Las victorias de sus alumnos también son sus victorias y se alegra cuando cada uno de ellos consigue lo que quiere o le hace feliz dentro y fuera del tatami. Les apoya y ayuda en todo lo que puede para que lo consigan.

#3 Es un ejemplo para sus alumnos
Es coherente y se comporta exactamente como exige que se comporten sus alumnos.
No agobia a sus alumnos para que compitan cuando él nunca compite o compitió.
No agobia a sus alumnos para que entrenen duro cuando él nunca entrena o entrenó duro.
No exige a sus alumnos que se alimenten bien y que cuiden su cuerpo cuando él mismo no lo hace o no lo hizo nunca.

#4 Atiende los objetivos personales de cada alumno
No todos los alumnos persiguen lo mismo, por lo que no todos los alumnos deben ser tratados del mismo modo.
Hay muchos motivos por los que alguien decide empezar a entrenar BJJ: reducir el estrés con algo que sirva de verdad, estar en buena forma física, para probarse a si mismo, para competir…
Unos pocos quieren ser campeones mundiales, otros disfrutan simplemente compitiendo, otros están satisfechos con tener al BJJ como estilo de vida, y otros se sienten 100% realizados simplemente pudiendo asistir a todas las clases que pueden, cuando pueden (trabajo, familia etc…).
Todos los estudiantes sin excepción deben sentirse respaldados y apoyados, y puede que cada uno de una forma completamente diferente.
A veces esto es difícil si todos estos estudiantes entrenan en la misma clase. Por eso, las escuelas que funcionan bien separan a los estudiantes por niveles u objetivos.

#5 Respeta las decisiones de los alumnos
Un profesor está para llevar al límite y sacar de su zona de confort a los alumnos. Para ponerles desafíos y examinarles. Pero hay un límite para esto.
Por ejemplo: aunque un alumno tenga potencial para competir, si no quiere competir, no quiere competir y punto. Un poco de presión positiva puede ser buena, pero si finalmente se ‘rompe la cuerda’ por ejercer demasiada presión puede ser mucho peor, porque puede perder al alumno por un tiempo o definitivamente.
Hay puntos que debe desbloquear el alumno por su propia cuenta y que tienen que surgir de una manera natural para que se pueda disfrutar del proceso.
Otro ejemplo: el profesor sabe que un alumno no trabaja por las tardes. Y como es lógico, el alumno ocupa su tiempo por las tardes como quiere, y entrena dos o tres días y el resto hace lo que considera mejor para su futuro, o simplemente lo que le apetece. De nada servirá nuevamente un exceso de presión.

#6 Respeta a todos sus alumnos
Obvio, ¿verdad?. Los alumnos son el principal activo de una escuela de BJJ y debe cuidarse día a día como un jardinero cuida su jardín. Aunque el respeto debe ser mutuo, es peligroso que un profesor sobrepase esta línea porque a partir de este punto, los problemas pueden multiplicarse en el grupo o escuela.

#7 Es puntual
Aunque esto sean artes marciales y trasciendan a todos los ámbitos en las vidas de las personas mucho más allá de lo que trasciende un negocio con un servicio convencional -como por ejemplo, bares, restaurantes, peluquerías…-, que pagas porque te den un servicio y ya está… el ser profesor de una disciplina marcial implica seriedad en este aspecto.
Los alumnos moldean sus rutinas en función de los horarios que tienen establecidos, y aunque formen parte de ‘una familia’ y demás, no deja de ser un negocio en el que se está prestando un servicio para satisfacer al cliente.
Puede que no sea comparable, pero, ¿que harías si en tu restaurante favorito tardasen en traerte la comida 20 minutos más de lo normal tres veces seguidas?

#8 Cuida su higiene así como le exige lo mismo a sus alumnos
Además de ser puntual, también entrena con un kimono limpio y las uñas cortas en cada clase, al igual que se le exige lo mismo a los alumnos. ¿Quién no ha presenciado o escuchado historias de alumnos a los que no se les ha permitido entrenar por venir con un kimono sucio o con mal olor?
Pero no solo mal olor, sino MAL OLOR, así con mayúsculas.
Dando ejemplo se puede inspirar a los demás a hacer lo mismo.

#9 Cuida el orden y la armonía en las clases
Trata de que a pesar de todas sus diferencias, los alumnos tengan y compartan buena energía entre ellos. Porque, al final, la suma de toda esa energía beneficiará al espíritu del grupo.
Trata de anticiparse a todas las disputas que pueda haber entre ellos y se esfuerza porque todos sientan que forman parte de algo mucho más grande que ellos mismos. Y que la grandeza de ese algo es mucho más importante que las individualidades de cada uno de ellos.

#10 Se preocupa por seguir creciendo constantemente
No ha perdido el espíritu de cinturón blanco y sigue queriendo ser mejor cada día en todos los aspectos. No se acomoda y sigue interesándose, sigue formándose y sigue entrenando como el primer día porque sabe que todo ese esfuerzo no solo le beneficiará a él, sino a todos los que le siguen desde atrás.
La suma de todo este esfuerzo se repartirá y caerá a todos sus alumnos como cae el agua de una cascada desde su punto más alto.

#11 Lucha con sus alumnos y les pone a prueba con frecuencia
Para un alumno es un tremendo orgullo que su profesor le llame para luchar, independientemente de la graduación que tenga. Yo todavía sonrío cuando mi profesor me llama, como cuando empecé.
Hace poco publiqué un artículo sobre cinturones blancos, y lógicamente le pregunté su opinión a muchos de ellos. Esto fue lo que me dijo una alumna por whatsapp:
Charlotte y tú sois un buen ejemplo de entrenar con todos los cinturones, tamaños y formas que tenemos en el gimnasio. Sois de los que os acercáis y preguntáis para pelear. Y eso nos hace el día a los cinturones blancos.
Si es una escuela grande, puede ser difícil prestar atención a todos por igual, pero es importante tener esto en mente y al menos intentarlo.
Seguramente me olvide de algunos otros puntos que también son importantes para ser buen profesor, como decía antes, más allá de los sistemas de enseñanza, calidad de BJJ y títulos personales.
Todo eso es importante, pero puede que lo que se describa aquí tenga la misma o incluso más importancia.
Deja en los comentarios cualquier punto o cualidad que se me haya podido olvidar, para que todos podamos leerlo. Si al final tenemos los suficientes y encaja, puedo hacer una segunda parte para este post.
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Espero que tengas al mejor profesor de BJJ y que estés disfrutando de verdad del viaje.
¡Buenos entrenamientos a todo el mundo! Oss!